24 de febrero de 2011

Mi Memoria, Mi Mente, ¿Lloverá?


Mi memoria, mi mente.

Llevo tiempo tratando de inventar una teoría que explique su comportamiento. Y... creo que la he encontrado.
Mi memoria es... como una nube. Una nube que antes ha sido un pequeño lago. Y que con el tiempo, y el sol, se ha evaporado.....
¿sin remedio?


Cuando el agua, del lago de mi memoria, estaba estancada, se mecía sutilmente con el viento. Jugaba con él.
Dejaba que las hojas de los árboles se deslizaran por su superficie como si de una pista de hielo se tratara.
Intercambiaba impresiones con el exterior.
Hoy, una hoja que se deja caer, mañana, un pequeño pajarillo en busca de un insecto que comer, pasado.... un futuro por resolver.
En esos momentos me encuentro ágil, con ganas de expresar lo que siento y veo, con ilusión, y con palabras agolpándose y luchando por salir....


Pero... el calor y el sol han hecho de las suyas, y el agua del lago de mi memoria se ha evaporado. Ha subido al cielo y ha formado una gran nube que surca la troposfera.
Todos los recuerdos e impresiones me han abandonado, relacionándose unicamente en el micromundo de los cúmulos y estratos donde está la nube que ahora mismo es mi memoria, mi mente.
Es en este estado, cuando mis ideas están enmarañadas como un algodón. Formando una nube de algodón. Una nube de palabras enlazadas y anudadas sin remedio ni solución.


Es tiempo de sequía.
El lago de mi memoria ya solo parece un barrizal. Añora la llegada de las lluvias que refrescan y que traen con ellas, la buena nueva de la esperanza y la ilusión por nuevas cosechas futuras
¿Volverán las nuevas impresiones, las ideas locas, las ilusiones?
¿Volverán mis sueños a correr en una pradera sin límites que acoten su recorrido?
¿Llegará la lluvia?
¿Lloverá?