3 de mayo de 2018

Campos de Castilla

Asómate a esta barandilla. Desde aquí, podrás contemplar el horizonte. Hasta donde tus ojos sean capaces de mirar, todo eso se plasmará en tu retina, y en un hueco de tu cerebro esa imagen se grabará.

Verás la llanura en todo su esplendor. El trigo, mecido por la brisa que a última hora de la tarde se levanta, y allá en lontananza, los campos ya segados, con las sombras de las alpacas formando un cuadro del realismo más cubista. Luces y sombras. Sombras y luces.

Asómate a este mirador. Contempla sin escepticismo como el cielo pasa a formar parte de la tierra, como se confunde y funde con ella, como, en un instante forman un todo en tus ojos.

Campos de Castilla, oleaje sin medida en un mar que el cereal ha hecho suyo, donde grandes cosechadoras avanzan lentamente, como esos transatlánticos que sin miedo a hundirse cabalgan en el ancho mar azul.


No hay comentarios: